Ale, ya estamos en la calle, buena temperatura, cielo despejado y salgo en busca de buena compañía, no hay que ir muy lejos, en la gasolinera nos juntamos Alberto Contador disfrazado de Jexus, Joseba, Adrián, Ana, Elías y un servidor. El resto tiene compromisos y unos anduvieron ayer en carretera y el señor de la Vitus saldrá a la tarde a hacer una superserie de 2 horas A TOPE!!
Unos minutillos para pensar la ruta de hoy y al final se decide atacar el circo de Arantza ya que no tiene pinta de hacer excesivo viento, aunque será una incógnita hasta que lleguemos allí. Total, que arrancamos por la cuesta de la antigua serrería de Etxebeste para subir hasta Sastrin por el camino habitual. De allí seguimos la pista que llega a Itsazelaita. Hasta aquí más o menos llevadero, pero hay que acordarse de que salimos desde unos 70 metros para llegar hasta los 1047 metros que tiene Ekaitza, casi sin descanso...
Desde Itsazelaita dejamos a un lado la pista que sube a Pagolleta y cogemos la variante de la izquierda, la que sube hasta Amekarrungo ataka, con sus últimos 30 metros famosos... Reagrupamiento grupal y, tras cruzar la valla de Artikutza, cogemos las marcas amarillas y blancas que nos indican el camino hasta el siguiente punto de control, la falda del monte Izu, atravesando unos paisajes de ensueño, con un ambiente, quizás, un poco fantasmagórico, rodeados de hayas desnudas y ciclando sobre alfombras de hojas marrones.
En Izu sacamos un par de fotos y continuamos la marcha, esta vez por un sendero muy asequible, si no fuese por las enormes roderas que se han formado y que te obligan a ir muy atento todo el rato... bufff que mal nos llevamos las roderas y yo... Un poco más adelante el terreno cambia otra vez y pasa a adentrarse en el bosque y lo que antes eran roderas, ahora son raíces y piedras afiladas apuntando a las ruedas, jaja!!
Continuamos el camino hasta Iginekoborda, donde los carreteros Jexux y Adrián se despiden y continuan la vuelta por la pista de hormigón que lleva a Arantza mientras nosotros giramos a la derecha en el bebedero de animales, y enfilamos la subida desde Negusoro hacia Gerasuko ataka, montados en las bicis al principio y empujándolas después.
Tras el empujinbike de rigor, cruzamos por Gerasuko ataka hacia la otra vertiente del monte para seguir el sendero que va ganando altura hacia Imintza, donde volvemos a cruzar otra ataka para meternos en un sendero que va por debajo de los puestos palomeros, avanzando lo que podemos sobre la bici y al lado de ella cuando no podemos, hasta llegar a un punto en el que los papeles se invierten y la bici se monta sobre nosotros... ha llegado el momento de portear. Son unos escasos 300 metros los que nos separan del buzón de la cumbre del Ekaitza, pero se hacen durillos y con las piedras un poco húmedas, lo que propicia algún resbalón sin consecuencias.
Una vez arriba es el momento de disfrutar de las increíbles vistas, no hay ni una nube y, al contrario que la última vez que estuve aquí, el viento tampoco aparece, hace un día espectacular!!
Fotitos de rigor y bajada muy técnica hasta enlazar con el sendero que, en un continuo sube-baja, nos lleva cresteando hasta la falda de Mendieder, que bordeamos para llegar al collado que está a los pies de Mendaur, justo donde podemos ver un menhir. El sendero es fácil, pero es una rodera continua que se hace a ritmo alegre, y como ya he dicho antes, las roderas y yo no somos amigos... así que en un despiste se me va la rueda de delante y me caigo de morros, sin consecuencias. Menos mal que el bárbaro de la Kona, que excepcionalmente iba detrás de mi, lleva unos magníficos XT que frenan de muerte!! jaja
Ha llegado el momento de abrir suspensiones. Desde el collado cogemos el camino que sale por la izquierda, marcado con marcas de GR, rojas y blancas. Una bajada para guardar en la memoria, muy técnica por el suelo pedregoso, con algún paso realmente complicado pero muy divertida en su conjunto, y bastante larga, por cierto.
En poco tiempo nos ponemos en Bulatxiki, miramos la hora, el cansancio acumulado y decidimos enfilar por el camino que sube a Artaleku y continuar dirección Irisarri. Por el camino hay un momento en el que se divisa perfectamente el nuevo complejo de Irisarriland, menudo montaje!!
En una bajada rápida, muy rápida, por pista, intentando seguir la estela de Konan el bárbaro y del bárbaro de la Kona, sin olvidarnos de nuestra Julie Bresset particular, llegamos a Igantziko Bentak para entrar en la trenbidea y llegar a Lesaka en un tris. Limpieza de bicis. cortesía del señor Apezetxea, cachondeo y cada mochuelo a su olivo...
Beti bezala, nekatuak baino konten!!