Subimos al collado de la Foratón para, desde allí, dirigirnos al refugio de Gabardito. Desde el Gabardito bajamos hasta la carretera que va de la boca del Infierno hasta la Selva de Oza. Tras cargar las jorobas de agua seguimos por la pista de Guarrinza y una vez atravesada esta, llegamos al valle de Aguas tuertas, impresionante lugar por el cual baja un riachuelo, por las verdes praderas, salpicada de caballos medio salvajes. Cruzamos todo el valle en dirección al Ibón de Estanes y al final de dicho valle empieza el porteo… Hasta aquí llevamos 35 kilómetros aproximadamente y más de 4 horitas.
Cruzamos el Ibón de Estanes, un lugar de belleza bestial, y nos encaminamos hacia el valle de los Sarrios. El lugar merece una parada, no tenemos palabras para describirlo, realmente las palabras sobran, hay que venir! Tras un momento de disfrute visual continuamos hacia el puerto de Bernera para, una vez allí, iniciar el descenso por Plandaniz y avistando desde aquí la otra cara del coloso del día, el Bisaurín.
El descenso hasta el refugio de Lizara es lento y costoso, pues el sendero es trabado y hay que realizarlo mucho rato a pie. Llegamos al refugio tras 8 horas y 48 kilómetros de recorrido, sanos y salvos pero bastante cansados… mañana atacaremos el Bisaurín en el coche de san Fernando, un rato a pie y otro caminando!!