Hoy tenemos salidita con los de Gimbe, de vez en cuando viene bien socializar un poco y conocer nuevos caminos y nueva gente. Hemos quedado a las 8 en la gasolinera así que arreo un poco y me planto allí con todas las ganas del mundo.
Nos juntamos Elías, Joxe y yo. Montamos las bicis en la furgo de Elías, parece que la tenemos comprada a medias, pero no, es suya. Menos mal que siempre está dispuesto a llevarnos… habrá que poner bote para cuando le toque cambiarla, jaja!
Hoy la idea es ir a Lezo y juntarnos unos cuantos en la gimbedada que ha organizado GIMBE para dar un paseíto por Jaizkibel. Llegamos con tiempo y, aunque ya se está haciendo grupo, nos da tiempo a tomar un café.
Ahora sí, meaos, cagaos y con el cafelito tomado, nos juntamos todos y arrancamos hacia el monte. La mañana empieza con unos cuestones muy, muy majos. Se intenta subir todo lo que se puede y algunos con bicis más brutotas tienen que empujar. Primeros senderos, todos en subida, con un terreno en muy buen estado aunque hay que tener cuidado con las piedras, al ser arenisca toda esta zona hay pedrolos muy resbaladizos que hay que pasar con velocidad porque si no te pasa como a mi, patina la rueda, no hay tracción y al suelo. Oye, cada uno se baja como quiere y tenía que parar a quitarme ropa, que ya estoy más caliente que el palo de un churrero.
La subida la hacemos parcialmente por los torreones y en un momento giramos a la izquierda para bajar por senderito hasta la carretera, cruzamos y más sendero disfrutón hasta la pista que sube de nuevo hasta la carretera. Reagrupamiento y ahora toca subidita contra el viento por la carretera y en luego pista hasta las antenas.
Empieza la bajada del día, desde aquí hasta Lezo por toda la cresta, terreno bastante pedregoso pero que se disfruta igualmente. En un punto empalmamos de nuevo con el sendero por el que hemos subido y poco a poco descendemos todos los metros ganados un rato antes. Unos más rápido, otros más despacio pero creo que todos sin daños reseñables.
Al final nos juntamos en la plaza de Lezo y nos echamos unas risas mientras una cañita nos rehidrata cuerpo y mente. Son casi las 14:00 y el hambre va acechando así que decidimos despedirnos de la gente e ir en busca de algún sitio para comer. Tras tres intentonas en el cuarto conseguimos que nos den unos bocatas y unas patatas. Buenísimo!!
Cafelito y a Lesaka. Elías nos va dejando a cada uno en su casa cual buena amatxo protectora, aunque estará hasta los güitos, jeje!
Bikote, un placer!!
Beti bezala, nekatuak baino konten!!